lunes, 13 de septiembre de 2010

Yo ya no soy tu valiente héroe.


No voy a mentir, es cierto: Caí en tu juego. Me enredé en tu pelo y en tus artimañas. Maquillé tus defectos y te hice perfecta. Por ti, tuve mis sueños más profundos y mis noches en vela más dolorosas. Cumplí mis sueños y destruí mis mayores deseos. Encontré el camino real y perdí el rumbo de mi mente.Y es que yo sólo soy un hombre como otro cualquiera, pero sé distinguir entre los juegos y lo que no lo son. Y esto ya no era una partida de las tuyas, estaba destrozándome de tal modo que lo que antes era un juego, ahora se había transformado en una batalla, en la cual, yo salía perdiendo. Debía decidir si abandonar la lucha o seguir adelante pese a no obtener trofeo alguno si vencía... y la paciencia colmó el vaso, el dolor apuntaló mi corazón, y entre lágrimas, decidí que lo mejor, era decir adiós a aquello, pese a haberme traído consigo tanta satisfacción. Pues en el fondo, me hacía más mal que bien.

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