Si queremos ser felices, es nuestro deber hacer de cada desgracia y de cada pérdida, una ganancia. Pues la vida es aprendizaje constante, y solo obtendremos el resultado deseado cuando comencemos a cambiar nuestra distorsionada visión de la realidad. Cada cosa que nos sucede, está ahí para hacernos aprender una lección, y sólo cuando esa lección es comprendida, comenzamos el camino hacia nuestra propia plenitud personal. Debemos aprender a lidiar con los obstáculos con los que nos topamos en la vida, pues las limitaciones sólo están ahí para ir más allá de ellas. Ese es el gran secreto que nunca nos han contado.
Para aquellos incrédulos y escépticos que no deseen ser dueños de su vida ni responsables de sus experiencias... ahí va un dato revelador: ¿Sabéis que tenemos alrededor de 60.000 pensamientos al día y que la mayoría son negativos? Aprender a observar esos pensamientos, (muchas veces inconscientes), y ser capaces de escuchar el parloteo incensante de nuestra mente como jueces y no como esclavos de nosotros mismos, es el gran paso para empezar a hacernos con el control de nuestra vida.